lunes, 22 de abril de 2019

El lado oscuro de las emociones

“Si hablamos de emociones buenas y emociones malas, les damos una valoración moral que nos impide comprender su razón de ser. Y ésta es una lección inadecuada que aprendemos desde niños.
El problema es que cuando pienso que una emoción es mala, tiendo a eliminarla, así que me pierdo la posibilidad de aprender lo que tiene para enseñarme, y entonces en lugar de aprovecharla sólo la padezco.”
(Dr. Norberto Levy)

Desde que llegamos al mundo, recibimos el mensaje tácito de que las emociones negativas no son buenas, no hay que manifestarlas (no llores, no te enfades, no grites, etcétera, etcétera...)
Aprendemos de nuestras figuras de autoridad, padres, abuelos, maestros que “ocultarlas” es lo correcto. Ser buenos, expresar alegría, comunicarnos, es lo que todos deberíamos hacer. Y es entonces que empezamos a “luchar” contra estas emociones que son tan naturales e importantes como las otras. Nos acostumbramos a “tapar” a disimular y a no reconocernos en esas facetas. Socialmente no está bien. Sin embargo, estas emociones, pueden ser tan sanadoras como las otras. Es decir, desde el momento en que las reconocemos y podemos gestionarlas, se propicia el cambio, y se “reconvierten” en algo más constructivo.

Leo esto por ejemplo acerca de la rabia:
"La rabia, cuando es permitida, funciona como un propulsor que te impulsa, irremediablemente, a actuar; produce fuego y con él se transforma la emoción en sí en una acción que, sin duda, te llevará más allá de donde estabas."


¿Porqué no dejarla salir? Poder gritar, o expresar tu rabia ante una injusticia, ante algo que te lastima, o te enfada.
Y también me pregunto por el miedo, por los celos (como ya hemos hablado hace poco aquí), por el asco, el enfado o la tristeza. Si aprendemos a gestionarlas, ¿no serán herramientas que nos ayuden a salir de situaciones adversas?

Emociones que al darles visibilidad pueden llevarnos a tomar decisiones postergadas, terminar con historias que nos hacen daño, poner nuestros límites, o colocarnos posicionados de otra manera ante el mundo. Emociones que solemos reprimir porque no están bien vistas, con lo cual cuanto más las reprimimos más crecen y en algún momento explotarán como una olla a presión, saltará todo por el aire, nos dañará aún más, o terminará enfermándonos.

Aceptarlas es darles el lugar que tienen en nosotr@s, es nuestra sombra que nos encargamos de ocultar. Pero desde el momento en que las integramos, las escuchamos e intentamos comprender qué mensaje quieren darnos en vez de luchar contra ellas y reprimirlas, dejarán de estar en la sombra.

Te proponemos un viaje a tu interior, a mirarte en esa zona que no se suele mostrar.
¿Te identificas con este post? ¿Cuál es tu emoción negativa predominante?
¿Quieres comentar lo que piensas o sientes?
¡Te esperamos!

                                                                                                                        Luna & Alma


12 comentarios:

  1. Buen lunes de pascua un besazo chicas , espero que lo halláis pasado chupi..y ahora vamos con esas emociones de rabia que todos las tenemos siii todos.
    A ver creo que las emociones como los sentimientos va con el caracter de la persona es decir , aquellas que tenemos un caracter que exteriorizamos , lo haremos en las buenas y las malas , hoy toca el tema de esas menos buenas . pues para mi es bueno que cuando tengo un ataque de mala leche ( vamos a llamarlo así) no me calló lo digo y grito , que esta feo ok , pero yo me quedó la mar de bien y no se hace mala sangre, Es cierto que con el paso del tiempo esas rabietas se van gestionando y aunque la raíz se sigue manteniendo no se como expresarlo grito con más moderación jjj pero fuera de bromas creo que es importante decir lo que sentimos, ello nos ayudará a que conocernos más a nosotros mismos .Una de las mejores terapias que podemos hacer es vernos a través de un espejo cuando nos enfurecemos y ver nuestro rostro , si tratamos de canalizarlo quizás en la próxima rabieta o enfado sepamos gestionarlo de otro modo.
    Las personas tenemos buenos y malos sentimientos no somos perfectos pero tan bien tenemos ka capacidad de saber proyectarlos y lo malo convertirlo en menos malo hacer de ello enseñanzas .Siempre de cualquier situación se puede sacar algo positivo o al menos aprender de ello para no volver a realizarlo ..Bueno amigas esperemos aprender hacer las cosas del mejor modo pero nunca dejemos de ser imperfectos ..Un abrazo y muy feliz semana.

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    1. Gracias Campi, expones muy bien lo que intentamos expresar aquí. NO esconderse.
      Todos tenemos derecho a sentir rabia, enojo, dolor,tristeza, impotencia... y no ocultarlo.
      Poder expresarlo es liberador como dices, obviamente que con los límites lógicos en los que no te dañes ni puedas hacer daño a nadie.
      A veces los tenemos tan reprimidos,que no nos permitimos siquiera manifestarlo en nuestro interior.
      Un fuerte abrazo!

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  2. Primero habría que determinar aquello “del bien y el mal”, porque nos lo han dado masticado y, en verdad, esos conceptos distan mucho de lo que pensamos la mayoría. Y, por supuesto, valorar los límites de esas emociones “negativas”, porque también es cierto que, descontroladas, pueden acarrear problemas o consecuencias importantes. Supongo que, como en todo, la cuestión es el equilibrio; el Yin y el Yang. Hemos de convivir con ambas energías, pero siempre desde ese punto intermedio, además de complicado. Somos sentimiento, por ende, tenemos esa necesidad innata de exteriorizar las emociones, y debemos nutrimos de todas ellas, siempre que no sean ellas, las que nos devoren a nosotros.

    Buen tema, mis queridas amigas.
    Abrazos y cariños muchos, y muy feliz tarde! 💙💙

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    1. Por supuesto. Es como le decía a Campi, en la medida en que aprendemos a gestionarlas,no nos haremos daño ni le haremos daño a nadie. El caso es poder integrarlas como parte de nosotr@s, porque no hay nada de malo en sentirlas! Lo raro sería no enojarse, no sentir rabia, no "odiar" muchas veces cuando te acomete ese sentimiento repentino.
      Muchas gracias por tu mirada!
      Un beso

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  3. No se deben rechazar las emociones negativas aun siendo una imposición social, de todo cuanto brota en nosotros es lección, lo importante es saber qué nos llevó a ese estado y aprender a canalizar y gestionar, nunca rechazar el mostrar-nos lo que sentimos, reprimir tales emociones pueden encapsular y derivar a algo enquistado y tóxico.

    Un placer compartir, leer y reflexionar mis queridas amigas.

    Mil besitos para cada una y muy feliz semana ♥♥

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    1. Claro que sí Auro. Ese es el secreto, el poder hacerlas visibles dentro de nosotras, reconocerlas,darles un nombre. POrque creo,que al hacerlo pierden fuerza.
      Muchas gracias!
      Un beso!

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  4. Alguna vez leí, u oí, no recuerdo bien la verdad, que enfadarse uno debe permitírselo, porque así libera aquella ira acumulada, y siempre he pensado que esas emociones llamadas negativas, existen por alguna razón, por lo que solo hay que saber canalizarlas y que no deriven realmente en una causa negativa.

    Besos dulces para ambas.

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    1. Yo estoy de acuerdo contigo, es más, creo que emociones como la rabia por ejemplo pueden sacarte de un bloqueo,en donde estás paralizado sin poder actuar.
      El poder positivo de las emociones llamadas negativas creo que es muy sanador siempre y cuando las gestionemos con inteligencia.
      Otro beso para ti!

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  5. Supongo que el intentar erradicarlas proviene de la connotación negativa que estamos acostumbrados a ver, de esta forma olvidamos que incluso de ''lo malo'' se puede aprender y crecer, pero quizá no lo hacemos por esa parte negativa que conlleva.
    Un saludo.

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    1. Por supuesto. Lo traemos en nuestro adn, ocultar aquello que socialmente es "malo" entonces empeñados en eso, solo logramos que su sombra sea cada vez más alargada.
      Gracias!
      Un saludo!

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  6. Es algo que solían decir los punkis, ¿no? Aquello de organiza tu rabia... Si lo piensas así la rabia puede ser algo muy valioso, una fuerza y una determinación que no tienes, pero dura poco y debe enfocarse bien...

    Por desgracia no es sencillo hacerlo, claro. Al final, muchas veces, la acabamos volcando sobre quién no debemos.

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    1. Estoy de acuerdo contigo. Es más, yo creo que darle la vuelta a la tortilla,es decir reconvertir esa rabia en algo que sirva como empuje y te llene de fuerza. Eso sí, hay que estar muy equilibrado!
      Gracias!

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