lunes, 13 de abril de 2020

Números

"Si el ser humano causa tanto dolor,
¿qué derecho tiene a quejarse cuando sufre?"
(Romain Rolland)


Creo que, como todos, estos días he estado pensando y mucho. Leo, no sólo libros y los blogs amigos, sino opinionistas, psicólogos, filósofos, abuelos, maestros... seres diferentes, con diferentes creencias, culturas, religiones, posiciones. Y escucho tanto hablar de números... ¡cuántos de estos invaden todos los discursos!

Y fue justamente leyendo uno de estos blogs amigos hace unas semanas (el de Ernesto), cuando me quedé reflexionando, hilvanando ideas, pensando en algunas cosas, como un puntapié inicial.

No es que quiera quitarle importancia a lo que está sucediendo, de ninguna manera, porque la tiene y mucha. Siempre he dicho que la pérdida de cualquier vida es mucho más de lo que se tendría que tolerar. Pero ¿por qué ahora estamos tan desesperados por estas muertes? ¿Por qué hoy los números nos asustan tanto? ¿Será porque ahora esta ruleta rusa tiene cargada más de una bala y nos puede tocar a cualquiera?

Por ello me recordé de una vieja publicidad argentina sobre el SIDA que, parafrasando a un viejo texto de Bertolt Brecht escrito en Berlín en 1933, se me parecía bastante a los tiempos que estamos viviendo (te dejo aquí la publicidad por si te interesa). Y ¡qué paradójico! ...un texto escrito por un exterminio, un holocausto; usado para hablar de un virus, otro virus, que afectó (y afecta) a millones de seres humanos, que a algunos se les “escapó” y que antes de pensar en el ‘bien común’, se dudó por el costo que esto implicaba... (analizar la sangre costaba un U$S1 y antes era mejor dejar que millones se contagiaran). ¿Qué hizo cambiar esa posición? ¿Ha realmente cambiado?

Ya que en el último mes parece que los números interesan por sobre manera... a finales del 2016 se calculaba que 36,7 millones de personas habían contraído el virus de HIV, siendo 1,6 millones sólo ese último año. En los últimos 16 años que llevo viviendo en Italia, no recuerdo la última campaña publicitaria de prevención de esta enfermedad, ni de sexo seguro ni nada. ¿Será porque el HIV no ataca al ciudadano europeo medio? (...no dejen de notar mi normal ironía). Y ¿si no habláramos de una ‘enfermedad’? Perfecto, otros números: se calcula que hasta el año pasado, morían alrededor de 8500 niños menores de 15 años por hambre. Sí, han leído bien, 8500. Pero claro, eso sucede en el continente africano y en América latina, no en las regiones más ricas de Europa. Y mucho menos escala el Empire State y aniquila esa ciudad con un estornudo... pero sucede y, lo peor de todo, es que en unos días, unas semanas, unos meses a más tardar, saldremos a la calle a festejar porque ha terminado el confinamiento, y todo volverá a la “normalidad”.

Y, en algún lugar del mundo, seguirán muriendo miles de seres humanos por la negligencia y la ambición de otros.


Alma & Luna



[En ningún momento es la intención de estas palabras “repartir” culpas ni mucho menos ‘rasgarse’ las vestiduras. Yo, Alma, soy tan parte del problema, cuanto otros; tan responsable como el que más. Soy de las que cree que todos y cada uno formamos este mundo en el que vivimos, y somos responsables de nuestras ideas y principios. Esto ha sido, como otras veces, una reflexión en voz alta a la cual los invito; ninguna verdad absoluta, y siempre abierta al diálogo. Cuídense mucho... mi cariño siempre.]