A veces pasa que necesitamos escuchar
aquello que sabemos no es cierto. Esa mentira o verdad a medias. Pero ¿por qué?
¿Por qué estamos dispuestos a aceptar esto por el sólo hecho de tener a ese
otro cerca? ¿Acaso pensamos que en algún momento esa persona “despertará” o
recapacitará, y será capaz de recambiar nuestros sentimientos?
No quisiera quitarle protagonismo a los
lectores hombres, pero es un tema que se ve más frecuente entre las mujeres. Muchas
hemos dicho o decimos alguna vez todavía: “Lo que pasa es que a él le da miedo
exponerse...”; “es que ya pasó por tantas que ahora se cuida...”; “sólo
necesita un poco de tiempo...” ...palabras más, palabras menos. Y en cada
oportunidad que oígo una de estas frases, viene a mi cabeza el diálogo entre
Gigi y Alex en la película “Simplemente no te quiere”. Es aquí que yo lo
cambiaría para hacerlo más general.
“(...) No existen personas asustadas, confundidas, desilusionadas. No existen personas trágicamente marcadas por las experiencias pasadas, necesitadas de ayuda, necesitadas de tiempo. Las personas se dividen en dos categorías nada más: aquellas que te quieren y aquellas que no te quieren. Todo el resto son excusas. (...)”
Y entonces, ¿por qué continuar a
engañarnos? ¿Por qué insistir en situaciones que sólo nos harán daño? ¿Qué es
lo que nos asusta tanto? ¿La soledad? Tú, ¿aceptarías un sentimiento de otro
aún sabiendo que no es verdadero?
Alma & Luna