lunes, 8 de junio de 2020

En tu lugar

"Pero una cosa es cierta: no me atrevo a juzgarte. Sé que cuando uno ve las cosas desde afuera, cuando uno no se siente complicado en ellas, es muy fácil procalamar qué es lo malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está hasta el pescuezo en el problema (y yo he estado muchas veces así), las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que sólo observa."
("La tregua", Mario Benedetti)


Hay personas que cuando se les cuenta algo tienden a pensar que se está buscando una respuesta, una solución a lo dicho; y entonces se suelen soltar frases del tipo: "sé cómo te sientes "; "sé por lo que estás pasando"; "yo en tu lugar..."; "lo mejor que podrías hacer..." ...y quien más tenga, más diga. Pero no creo sea esto lo que alguien busca cuando expresa lo que está pasando, lo que siente, lo que vive.

Y tal vez esto no sea ni siquiera la verdadera empatía... hace unos días escuchaba una charla de Marwan y en un momento dijo una frase que me hizo eco: "empatía sea tal vez vaciarse de uno para llenarse del otro" y, así, mirar con los ojos del otro. Y esto es tan, pero tan difícil de realizar.

Porque uno es sus circunstancias; uno es su historia, es todo lo vivido y que ha hecho que lleguemos a ese punto en el modo en que lo hicimos. Entonces, ¿cómo se puede suponer que puedo colocarme en el lugar del otro? ...es simple, no puedo. Porque, aún si dos viven la misma exacta situación, la experiencia no será la misma, ésta dependerá de quiénes somos, de todo lo antes vivido.

Tal vez deberíamos aprender a que no siempre debemos dar respuestas, porque nadie nos está haciendo preguntas. Tal vez sólo debemos escuchar, no simplemente oír lo que nos dicen... escuchar al otro; extenderle los brazos, brindarle un refugio donde hacer nido; recordarle a ese otro quién es, que todo pasará y que mientras tanto, puede contar con uno.

Alma & Luna