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lunes, 29 de abril de 2019

Defensas

“Cuando tratas de defenderte estas dando demasiada importancia a las palabras de los otros y das más fuerza a sus opiniones. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que ‘escuchas’. Que son simplemente opiniones y que no tienes que convencer a los otros para ser feliz.
Tu silencio interno te vuelve sereno.
Practica el arte de no hablar.
Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial dejando brotar la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría el “noble silencio”.
Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo.
No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.
Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen capacidad de ser.
Instálate en el silencio y la armonía de todo el universo”
(Thích Nhất Hạnh)


No sé si alguna vez les ha pasado, a mí sí... alguien dice o hace algo que nos deja como lo que no somos; y entonces, automáticamente comenzamos a “defendernos”. Empezamos a explicarnos; desarrollamos nuestras ideas, nuestras creencias, nuestros modos. Argumentamos posiciones y probamos, a veces hasta el cansancio, a demostrar que no somos como nos han reflejado. Y la pregunta es ¿por qué? ¿para qué?

Porque habrá veces que el otro o la situación en sí, vale la pena; pero otras muchas no. Y entonces ¿por qué desgastarnos en ese tipo de situaciones? Si uno sabe cómo es o no es, o cómo y porqué actúa de la forma que lo hace; sus razones y, en el mejor de los casos, en las consecuencias de cada gesto... ¿por qué tantas explicaciones?; ¿por qué tratar que el ‘otro’ nos vea como nosotros queremos nos vea?; ¿en todas esas situaciones ese otro realmente vale la pena, es así de importante? Yo no creo, y entonces ¿qué puede importar lo que opine?

En muchas situaciones he empezado a optar por el silencio, ya no pierdo tiempo en ‘convencer’ a nadie, no doy más explicaciones... porque como dicen por ahí también: “No expliques tanto; los amigos no las necesitan, muchos no las entienden y, muchos más aún, no las creen.”

Alma & Luna