“Si hablamos de emociones buenas y emociones
malas, les damos una valoración moral que nos impide comprender su razón de
ser. Y ésta es una lección inadecuada que aprendemos desde niños.
El problema es que cuando pienso que una
emoción es mala, tiendo a eliminarla, así que me pierdo la posibilidad de
aprender lo que tiene para enseñarme, y entonces en lugar de aprovecharla sólo
la padezco.”
(Dr. Norberto Levy)
Desde que llegamos al mundo, recibimos el
mensaje tácito de que las emociones negativas no son buenas, no hay que
manifestarlas (no llores, no te enfades, no grites, etcétera, etcétera...)
Aprendemos de nuestras figuras de
autoridad, padres, abuelos, maestros que “ocultarlas” es lo correcto. Ser
buenos, expresar alegría, comunicarnos, es lo que todos deberíamos hacer. Y es
entonces que empezamos a “luchar” contra estas emociones que son tan naturales
e importantes como las otras. Nos acostumbramos a “tapar” a disimular y a no
reconocernos en esas facetas. Socialmente no está bien. Sin embargo, estas
emociones, pueden ser tan sanadoras como las otras. Es decir, desde el momento
en que las reconocemos y podemos gestionarlas, se propicia el cambio, y se
“reconvierten” en algo más constructivo.
Leo esto por ejemplo acerca de la rabia:
"La rabia, cuando es permitida, funciona como un propulsor que te impulsa, irremediablemente, a actuar; produce fuego y con él se transforma la emoción en sí en una acción que, sin duda, te llevará más allá de donde estabas."
¿Porqué no dejarla salir? Poder
gritar, o expresar tu rabia ante una injusticia, ante algo que te lastima, o te
enfada.
Y también me pregunto por el miedo, por
los celos (como ya hemos hablado hace poco aquí), por el asco, el enfado o la
tristeza. Si aprendemos a gestionarlas, ¿no serán herramientas que nos ayuden a
salir de situaciones adversas?
Emociones que al darles visibilidad pueden
llevarnos a tomar decisiones postergadas, terminar con historias que nos hacen
daño, poner nuestros límites, o colocarnos posicionados de otra manera ante el
mundo. Emociones que solemos reprimir porque no están bien vistas, con lo cual
cuanto más las reprimimos más crecen y en algún momento explotarán como una
olla a presión, saltará todo por el aire, nos dañará aún más, o terminará
enfermándonos.
Aceptarlas es darles el lugar que tienen
en nosotr@s, es nuestra sombra que nos encargamos de ocultar. Pero desde el
momento en que las integramos, las escuchamos e intentamos comprender qué
mensaje quieren darnos en vez de luchar contra ellas y reprimirlas, dejarán de
estar en la sombra.
Te proponemos un viaje a tu interior, a
mirarte en esa zona que no se suele mostrar.
¿Te identificas con este post? ¿Cuál es tu
emoción negativa predominante?
¿Quieres comentar lo que piensas o
sientes?
¡Te esperamos!
Luna & Alma
(Por si te interesa: https://rincondeltibet.com/blog/p-las-emociones-negativas-tienen-una-parte-positiva-12708)
Buen lunes de pascua un besazo chicas , espero que lo halláis pasado chupi..y ahora vamos con esas emociones de rabia que todos las tenemos siii todos.
ResponderBorrarA ver creo que las emociones como los sentimientos va con el caracter de la persona es decir , aquellas que tenemos un caracter que exteriorizamos , lo haremos en las buenas y las malas , hoy toca el tema de esas menos buenas . pues para mi es bueno que cuando tengo un ataque de mala leche ( vamos a llamarlo así) no me calló lo digo y grito , que esta feo ok , pero yo me quedó la mar de bien y no se hace mala sangre, Es cierto que con el paso del tiempo esas rabietas se van gestionando y aunque la raíz se sigue manteniendo no se como expresarlo grito con más moderación jjj pero fuera de bromas creo que es importante decir lo que sentimos, ello nos ayudará a que conocernos más a nosotros mismos .Una de las mejores terapias que podemos hacer es vernos a través de un espejo cuando nos enfurecemos y ver nuestro rostro , si tratamos de canalizarlo quizás en la próxima rabieta o enfado sepamos gestionarlo de otro modo.
Las personas tenemos buenos y malos sentimientos no somos perfectos pero tan bien tenemos ka capacidad de saber proyectarlos y lo malo convertirlo en menos malo hacer de ello enseñanzas .Siempre de cualquier situación se puede sacar algo positivo o al menos aprender de ello para no volver a realizarlo ..Bueno amigas esperemos aprender hacer las cosas del mejor modo pero nunca dejemos de ser imperfectos ..Un abrazo y muy feliz semana.
Gracias Campi, expones muy bien lo que intentamos expresar aquí. NO esconderse.
BorrarTodos tenemos derecho a sentir rabia, enojo, dolor,tristeza, impotencia... y no ocultarlo.
Poder expresarlo es liberador como dices, obviamente que con los límites lógicos en los que no te dañes ni puedas hacer daño a nadie.
A veces los tenemos tan reprimidos,que no nos permitimos siquiera manifestarlo en nuestro interior.
Un fuerte abrazo!
Primero habría que determinar aquello “del bien y el mal”, porque nos lo han dado masticado y, en verdad, esos conceptos distan mucho de lo que pensamos la mayoría. Y, por supuesto, valorar los límites de esas emociones “negativas”, porque también es cierto que, descontroladas, pueden acarrear problemas o consecuencias importantes. Supongo que, como en todo, la cuestión es el equilibrio; el Yin y el Yang. Hemos de convivir con ambas energías, pero siempre desde ese punto intermedio, además de complicado. Somos sentimiento, por ende, tenemos esa necesidad innata de exteriorizar las emociones, y debemos nutrimos de todas ellas, siempre que no sean ellas, las que nos devoren a nosotros.
ResponderBorrarBuen tema, mis queridas amigas.
Abrazos y cariños muchos, y muy feliz tarde! 💙💙
Por supuesto. Es como le decía a Campi, en la medida en que aprendemos a gestionarlas,no nos haremos daño ni le haremos daño a nadie. El caso es poder integrarlas como parte de nosotr@s, porque no hay nada de malo en sentirlas! Lo raro sería no enojarse, no sentir rabia, no "odiar" muchas veces cuando te acomete ese sentimiento repentino.
BorrarMuchas gracias por tu mirada!
Un beso
No se deben rechazar las emociones negativas aun siendo una imposición social, de todo cuanto brota en nosotros es lección, lo importante es saber qué nos llevó a ese estado y aprender a canalizar y gestionar, nunca rechazar el mostrar-nos lo que sentimos, reprimir tales emociones pueden encapsular y derivar a algo enquistado y tóxico.
ResponderBorrarUn placer compartir, leer y reflexionar mis queridas amigas.
Mil besitos para cada una y muy feliz semana ♥♥
Claro que sí Auro. Ese es el secreto, el poder hacerlas visibles dentro de nosotras, reconocerlas,darles un nombre. POrque creo,que al hacerlo pierden fuerza.
BorrarMuchas gracias!
Un beso!
Alguna vez leí, u oí, no recuerdo bien la verdad, que enfadarse uno debe permitírselo, porque así libera aquella ira acumulada, y siempre he pensado que esas emociones llamadas negativas, existen por alguna razón, por lo que solo hay que saber canalizarlas y que no deriven realmente en una causa negativa.
ResponderBorrarBesos dulces para ambas.
Yo estoy de acuerdo contigo, es más, creo que emociones como la rabia por ejemplo pueden sacarte de un bloqueo,en donde estás paralizado sin poder actuar.
BorrarEl poder positivo de las emociones llamadas negativas creo que es muy sanador siempre y cuando las gestionemos con inteligencia.
Otro beso para ti!
Supongo que el intentar erradicarlas proviene de la connotación negativa que estamos acostumbrados a ver, de esta forma olvidamos que incluso de ''lo malo'' se puede aprender y crecer, pero quizá no lo hacemos por esa parte negativa que conlleva.
ResponderBorrarUn saludo.
Por supuesto. Lo traemos en nuestro adn, ocultar aquello que socialmente es "malo" entonces empeñados en eso, solo logramos que su sombra sea cada vez más alargada.
BorrarGracias!
Un saludo!
Es algo que solían decir los punkis, ¿no? Aquello de organiza tu rabia... Si lo piensas así la rabia puede ser algo muy valioso, una fuerza y una determinación que no tienes, pero dura poco y debe enfocarse bien...
ResponderBorrarPor desgracia no es sencillo hacerlo, claro. Al final, muchas veces, la acabamos volcando sobre quién no debemos.
Estoy de acuerdo contigo. Es más, yo creo que darle la vuelta a la tortilla,es decir reconvertir esa rabia en algo que sirva como empuje y te llene de fuerza. Eso sí, hay que estar muy equilibrado!
BorrarGracias!